miércoles, 30 de diciembre de 2015

El Tal vez de un Ayer




el viento me susurro que
al compás de mis pasos
bajo la lluvia de invierno
resuenan también tus pasos
 tan cercanos y a la vez tan lejanos
como lo que tuvimos tan intenso y a la vez tan delicado (frágil)
 Entre mis pasos
 bajo la lluvia
escondo
que un día te ame
 perdida en los recuerdos de un mirar
de un reflejo del ayer
 de un puede ser
que por unos instantes fui compañera de ese latir
 tú fuiste mi chico
ese chico del ayer
amante de la lluvia,
 porque busco la lluvia
porque en ella puedo llorar sin que nadie juzgue mis lagrimas
porque en ella puedo susurrar yo te ame chico del ayer
a solas sin nadie más
que la lluvia fría sobre mi
y el viento me susurra
que estas paseando
entre recuerdos
del ayer
donde fuiste mi héroe y yo esa heroína que se colaba por tus venas y te hacia  sonreír
de un ayer
perdido en el infinito de un tal vez
de las historias que se quedaron por escribir
si fue mágico
y a la vez se dejo “romper”
Se oyen unos pasos
Bajo la lluvia intensa
Alguien se acerca
En mi temblor, me acerco
Entre la lluvia intensa
Busco
Te busco
Tuu y yo y la lluvia
Otro empezar
Lejos del que no pudo ser
Solamente
Dos corazones rotos
Retomando lo que dejamos de escribir
Entre mis pasos
 bajo la lluvia
escondo
que un día te ame
 perdida en los recuerdos de un mirar
de un reflejo del ayer
 de un puede ser
que por unos instantes fui compañera de ese latir
 tú fuiste mi chico
ese chico del ayer

sábado, 19 de diciembre de 2015

Herir sin Querrer








Mi amor ya amanece en el horizonte
con rayos de sol acompañados de nubes grises
mientras el goteo del café
con su exquisito aroma
promete nuevas emociones por vivir
de un nuevo día que sobrevivir
cuando de repente el “Diego” de la conversación se convierte en algo que olvide
en algún “digo” que malinterprete
donde quería decir “paz” suena a “guerra”
perdona, que dijiste?
no….
y la situación se enreda cada vez mas
y entonces empieza la tormenta afuera y adentro de nuestro hogar
podría callar pero ya me conoces
ya nos conocemos
cuando maldigo el día que te conocí
cuando el ambiente cada vez se caldea mas
cuando el odio se entremezcla con las emociones
y los sentimientos heridos
cuando sin darnos cuenta todo se descontrola sin marcha atrás
podría callar pero si es el fin
aunque por ello me odies mas
quiero vaciar todo lo que hay dentro de mí
y olvides cuando te quise y te quiero
cuando te necesito
aunque malinterpretes mis palabras
y salgas dando un portazo
sin mirar atrás
aunque me quede aquí sintiendo el fin que provocamos los dos
sin saber muy bien el porqué
solo que acabamos de hacer la guerra entre los dos,
olvidando el amor
la lluvia de la tormenta esconde mis lagrimas
esconde que me derrumbo sin ti
esconde mis heridas porque siento que te perdi
andando bajo ella duele menos sentir que te perdi
el dia gris
me sienro gris
mientras el sol deja ver unos timidos rayos de luz bailando con la lluvia
que se cuelan en la cocina donde esta mañana hicimos la guerra
se oye una puerta abriendo
unos pasos connocidos que se acercan
me giro para ver tu mirada
y tu voz buscando repuestas
“Ven aquí y dimeporque, luego ya veremos quien pide perdón o si lo hacemos los dos pero prométeme decirme siempre tu verdad sin temor a perderme”
y en tu mirar siento que me pierdo
mientras temo mis palabras
es as fácil buscar refugio en tu abrazo
siento la paz interior
nunca quise hacerte daño y si lo hago piensa que se multiplica en mi corazón al darme cuenta de mi error
Mi amor que ni te imaginas lo que te quiere mi alma
que brinda por tener otra vez tu amor
y estar rodeado de susurros
poder perderse en la reconciliación que promete la luz de la luna con unas pocas nubes que se olvido una tormenta que ya paso,
cuando herir sin querer no significa perder lo que más quieres
cuando los besos de la reconciliación
me hacen sentir lo mucho que te amo
me recuerdan lo que significas para mí esa parte que en mi mirada te dice “te amo”











viernes, 18 de diciembre de 2015

"El mirar"



Una reflexión de mi amiga Paola:



"Me llevo un largo tiempo comprender 
que algunos me encontraban adorable
por la misma y exacta razón
que otros me veían repugnante.
Mi condición no cambiaba.
Lo único que variaba era el ojo
de quien mira, y que tan contaminado o limpio
había podido conservar su corazón.
Yo a su vez.....sin quedarme atrás
también aprendía,
que tan dañada estaba mi mirada,
según aquello que sentía
cuando a los demás miraba...."

martes, 15 de diciembre de 2015

I' m Sorry ( de Susi S.)




Pedí permiso a mi amiga Susi, que tiene el don de  encadenar palabras que acarician el alma, palabras que dan en medio del corazón y hacen reflexionar la mente, para compartir estas palabras escritas por ella, en mi pequeño rincón, no dejes nunca de hacerla sonar poetisa <3 


"Me he encontrado con muchas personas atrapadas en sus culpas, pesares y en sus rencores, muchos de ellos queriendo poder perdonar pero “no pueden”, porque están luchando consigo mismo y es que sus expectativas acerca del perdón son equivocadas. La vida no siempre es justa, hay gente que nos lastima, nos hacen daño y quizás no merecen nuestro perdón.
Pero, ¿vale la pena vivir amargados? Porque el rencor no es un sentimiento agradable, cada vez que pensamos en la persona o en la circunstancia que lo provocó, volvemos a experimentar todas esas sensaciones desagradables como: ira, impotencia, frustración, dolor, ansiedad y sin duda todo eso causa estragos físicos en la salud y emocional en la mente. ¿Qué hacer entonces con esas heridas? ¿Cómo sacar ese rencor? ¿Cómo perdonar?
Por eso necesitamos entender lo que significa el acto de perdonar, primero que nada no es necesario esperar sentir alguna simpatía por el ofensor para poder perdonarlo, tampoco significa excusar o aprobar lo que hizo esa persona, ni significa confiar nuevamente y restaurar la relación personal que antes existía, porque esa relación sólo puede ser restaurada cuando el ofensor se arrepiente sinceramente y nos pide perdón por su actitud, si esto no sucede no hay razón para confiar en esa persona de nuevo y mucho menos tener una relación amistosa.
Perdonar no es un asunto de emociones y no significa olvidar, simplemente es una decisión, un proceso que significa “soltar” o “condonar una deuda”. El perdón es una capacidad especial de la cual todos estamos dotados, pero que depende de nosotros el usarla o simplemente saber que tenemos esa capacidad pero no usarla. Recuerda: “Nadie puede dar aquello que no tiene y nadie debe recibir aquello que no quiere”.
Duele que alguien nos desilusione, es doloroso que nos fallen, pero sobre todo hace mucho daño si viene de personas a las que apreciamos o amamos. A pesar de eso tenemos que entender que “nadie es perfecto”, y todos en algún momento de la vida fallamos, todos tenemos por naturaleza la tendencia a fallarle a algunas personas, incluso a nuestros seres más queridos. Diciendo esto no trato de de excusar nuestra conducta, simplemente soy realista porque aunque queremos ser perfectos siempre fallaremos en el intento, aunque esto no significa dejar de intentarlo. Lo que quiero decir es que todos tenemos las mismas probabilidades de que nos fallen o de fallar a alguien independientemente de quien sea. No podemos permitir a conciencia que las personas nos hieran pero sí necesitamos decirle adiós a los rencores.
Por alguna extraña razón a los seres humanos nos es muy difícil perdonar. Nos gusta que la gente nos perdone por los errores que nosotros cometemos, pero nos es muy, pero muy difícil perdonar a los que los comenten contra nosotros. La mayoría nos rasgamos las vestiduras, apedreamos a los que nos fallan y los tachamos de infieles. Pero ¿es la actitud correcta?, a veces decimos ¿cómo voy a perdonar lo que me hizo si fue demasiado mezquino y me lastimó mucho? Incluso sentimos que somos víctimas de algo injusto y quizá sea cierto pero no siempre es así a veces es algo que simplemente nos contraría.
A lo mejor es cierto que nos hicieron algo terrible, quizá estemos pasando un mal momento porque la persona que amábamos o queríamos nos falló y eso fue algo que nunca pensamos. Entonces nos sentimos defraudados, rabiosos porque la queríamos y confiábamos en ella, pero aún en medio de todos esos sentimientos encontrados, debemos entender que no perdonarla nos está enfermando, ese rencor u odio anidado en nuestro corazón nos perjudica. Entonces ¿por qué nos negamos a perdonar?, si sabemos que el resentimiento y en ocasiones el orgullo poco a poco carcomen nuestra vida, nuestra felicidad plena y pueden llevarnos al fracaso.
Todos tenemos la capacidad (aunque sea oculta) de perdonar, y debemos usarla para librarnos de sentimientos negativos que en nada nos ayudan por eso aún cuando creamos que no se merece el perdón, debemos analizarlo y pedírselo, esa acción traerá consigo muchos resultados positivos.
Después que dos personas pelean y se ofenden todo comienza a ser pretexto para deshacerse una de la otra sin importar el vínculo que hasta ese momento las haya unido. En ocasiones hasta palabras dichas con amor parecen cargadas de ironía, el ambiente queda tenso, se evita el encontrarse, cualquier cosa sirve como chispa para estallar más de un "barril" de resentimientos, injurias, algarabías. Nadie quiere dar el brazo a torcer, siempre se justifican diciendo: "fue él quien empezó"; "fue ella la que provocó todo eso"; "yo no me voy a rebajar y a pedir perdón"; "no tengo ninguna culpa en lo que pasó". Y el abismo se va volviendo cada vez mayor y la situación se vuelve insoportable.
Es lamentable porque con un pequeño esfuerzo y humildad de ambas partes todo se resolvería con facilidad. Es hasta ridículo todo el tiempo mantener la cara larga y tener que hacer fuerza para demostrar que seguimos heridos cuando realmente ya no es así. Pero existe gente que prefiere vivir así. Lo más interesante en toda esta historia es que siempre la otra persona es “la culpable”. Ay, amigos, ¡el maldito orgullo herido!
El rencor es veneno para el cuerpo y para el espíritu, por eso aunque tus emociones te griten que no perdones, hazlo y verás que después te sentirás diferente. Porque esa nube negra de rencor y de presión se levantará de tu alma. Muchos insisten en que no pueden perdonar y es porque en realidad no quieren.
También analicemos que aparte de perdonar a las personas que nos ofenden, a veces necesitamos perdonarnos nosotros mismos, por acciones que hemos llevado a cabo y no son las más correctas o por palabras dichas y no sentidas pero que han herido a otra persona, por errores que cometemos con nuestros hijos que ya son mayores, o por un matrimonio que se destruyó y ya es demasiado tarde para salvarlo. No podemos malgastar nuestras fuerzas en tenernos lástima, ni vivir lamentando el pasado. Tenemos que convertir los obstáculos de la vida en escalones, y no permitirles ser piedras de tropiezo.
Si no puedes perdonar a una persona, el problema está en ti. Eres tú quien a la larga pagará el costo. Los pensamientos negativos traen enfado, malhumor, frustración, ira, venganza, recreo mental de las situaciones que desencadenaron la enemistad y a veces esto dura durante años y el sujeto casi siempre es un familiar, un amigo íntimo. Si la ofensa y el daño fueron graves, peor será el protagonismo negativo que tú le darás en tu yo interno, en tus pensamientos durante toda tu vida.
Si perdonas de forma sincera, darás un paso de gigante en el objetivo de pensar positivamente. Practicar el perdón es de sabios y mientras más grande sea el hecho a perdonar, más satisfacción y tranquilidad sentirás en tu cuerpo y mente. Tenemos que cultivar de manera especial nuestra energía amorosa, ser amable, cordial, gentil, cariñoso, paciente y tolerante con las personas que nos rodean; ser comprensivos con los demás, y ante todo procurar perdonar aquel detalle, aquella actitud, aquel evento que aún afecta nuestra alma y perturba nuestra paz interior. ¡Hay tanto amor que dar y tanto odio por olvidar!
“Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca porque no está en su naturaleza”. Yo creo que es así, realmente si no perdonas, el rencor te amargará. No digo que es fácil, solo digo que sí es posible."