viernes, 20 de abril de 2012

Princesas


He rescatado esta letra, de hace unos años, para dedicarla a mis amigas, a las mujeres fuertes que saben vivir en su palacio


“Estoy en mi palacio, y veo como te acercas,
Como una serpiente que no quiere que le roben la manzana del Jardín del Edén.
No quieres entender que solo me pertenezco a mí misma.
Mírate, estas aquí como un idiota, buscando el perdón que nunca tendrás.
Fuiste tú, quien dijo adiós, él que sin explicaciones, se fue cerrando la puerta.
La misma puerta que ahora quieres abrir.
Te fuiste diciendo adiós, porque ahora esperas que te diga: “Hola”,
Y que te deje entrar en mi vida, otra vez.
Escúchame bien, ahora soy una mujer fuerte, que no necesita abrir la puerta del pasado,
Pasado eres y pasado te quedaras.
Te dejo hablar para escuchar tus estúpidas palabras,
Solo quiero que entiendas que es la última vez, que me ves, y que te escucharé (te jodes)
No sé porque lo hago,
Solo se, que no necesito confiar con alguien tan imbécil y falso como tú.
Solo me necesito a mí, tengo mi autoestima  a mi lado y me amo tal y como soy,
No necesito nada más.
Ahora soy una mujer fuerte, que vive en su palacio y por mucho que lo intentes no romperás mis defensas ni mi corazón sentirá piedad por ti.
No me hagas reír, tu amor nunca puede superar al mío.
Tus palabras son tan vacías, que dice más el silencio que te rodea, quieres el perdón para volver a decirme adiós.
(Para las princesas que saben que sus palacios son ellas mismas)
Pareces ignorar, que cuando alguien te hiere, no te quiere,
Cuando tu sangre recorre tu cuerpo ¿Crees que te quieren?
Soy una mujer, soy una princesa, que se ama tal y como es, y que sabe que un dia llegara un amor que la ame de verdad,
Que no me engañe, como tú,
Que su silencio me diga cuando me ama y sus palabras no sean vacías,
Ahora vete de una vez, pues tu eres pasado y yo presente, recuerda pasado eres, pasado te quedaras.
Aun así  aun crees que soy débil,
Te enseñaron mal, nunca me des la espalda,
Soy paciente y si me la haces me la pagaras, llegara un día, que sea tu sangre la que corra por la calle del destino.
Cuando te hieren, no te quieren, cuando tu sangre recorre tu cuerpo ¿crees que te quieren?
Soy paciente y tú me la debes.”