sábado, 15 de octubre de 2011

Detrás de la ventana.

Os dejo un relato que dejé por algún foro, espero que os guste.

Detrás de la ventana.

Dicen que mirar el mundo detrás de una ventana, no es vivir, mientras observas a través del frío cristal la vida de  los demás, sin saber que en realidad te gustaría estar ahí fuera, siguiendo los pasos de tu verdadero destino.
Entonces,  llega aquel momento, el cual anhelaste  tanto, sales ahí fuera y por un tiempo vives igual que aquellos  que mirabas a través de ese cristal. Disfrutas de cada segundo que te regala el tiempo, como si fuera el último, temiendo que todo sea un sueño y su despertar se convierta en un dolor difícil de describir. Sin darte cuenta, vives igual que una presa que espera que su cazador de con ella.
Hasta que el temor crece tanto que entonces anhelaras tu refugio, tu querido nido tras esa ventana, convertida en tu hogar sin quererlo.
Y al fin la espera se termina, llegando tu cazador, robándote la miel que dejo que probaras para volver a dejarte a solas contigo misma, como si fuera cruel castigo de terrible pecado cometido en otra vida.
Pero tú eres más fuerte de lo que te esperabas. Vuelves, como animal herido, a tu hogar, detrás de esa ventana, donde el dolor no puede atraparte y te espera tu mejor amiga, la soledad.  Volverás a mirar la vida a través del cristal, que por algún tiempo no te parecerá tan frío. Allí te quedaras hasta que el destino y la vida vuelvan a conspirar en contra de tu frágil corazón.
Es difícil saber quien ganara esta batalla, pero lo cierto, que detrás de la ventana, se aprende mucho de los dos, destino y vida, de los que te protege esa misma ventana.
De detrás de la ventana, puedes intentar llegar a los que están como tú y decirles que no se encuentran tan solos como creen, ni son tan frágiles como el mundo les quiere hacer creer.
Tal vez solo les puedas hacer llegar palabras escritas con lágrimas de soledad, pero esas mismas palabras tienen un inmenso poder, el poder y el saber que sólo conocen los amantes de la soledad, del silencio, del dolor y de vivir mirando a través de una ventana.

4 comentarios:

  1. ¡Muy bonito!!! ¡Gracias por compartirlo con la blogosfera! ¡Un beso!

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  2. sí, me gusta (¿no era eso lo que tenía que decir, J.J?)
    Bromas aparte, me gusta, me siento identificada, pero yo no amo la soledad, Silvia, ésa es la diferencia entre Betalí y yo; he visto el mundo desde mi ventana porque no había nadie que me cogiera de la mano y me sacara a la calle, no por gusto, ni por propia elección... ¿o sí es mi
    elección?
    Hum, interesante cuestión. Como ves, además de gustarme, tu relato me ha hecho plantearme algunas cosas. Gracias por compartirlo. Ya sé que esto ya lo ha dicho Pat antes que yo, pero ¿de qué otro modo podía decir gracias?
    Besos

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  3. Gracias Pat por pasarte por aquí!!!!!

    Bea, yo me pasé muchos años detrás de la ventana, sola, por suerte llego internet.... y me dio la oportunidad de conocer gente como yo y sin querer encontrar mi media naranja. Pero si no fuera por net, aun estaria detrás de la ventana, te lo aseguro.

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  4. Muy hermoso!!!
    Me gusta mucho tu blog.
    Un saludo.

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